Nanas para niños grandes
Al Abuelo Cascarrabias le gusta leerme en alto algún libro por las noches mientras me duermo.
El caso es que un miembro del Comité Ejecutivo de mi empresa, cada vez que llega a la oficina, se sienta en mi mesa y comienza a hablarme de Kafka, Dante, de Kant y de Nietzsche. De valores, de filosofía, y de la madurez que da la vida. De poetas y cuentos. De trovadores. De sueños.
Hoy me ha traido un regalo. La señora del perrito y otros cuentos de Anton Chéjov. Y ya me estoy imaginando el viernes, cerrando los ojos y paseando por Moscú, con una enorme sonrisa en la cara, mientras el Abuelo me arrastra a la Rusia de hace un siglo, a los palacios, al viento frío en mi cara y los amores escondidos, con su lectura...
El caso es que un miembro del Comité Ejecutivo de mi empresa, cada vez que llega a la oficina, se sienta en mi mesa y comienza a hablarme de Kafka, Dante, de Kant y de Nietzsche. De valores, de filosofía, y de la madurez que da la vida. De poetas y cuentos. De trovadores. De sueños.
Hoy me ha traido un regalo. La señora del perrito y otros cuentos de Anton Chéjov. Y ya me estoy imaginando el viernes, cerrando los ojos y paseando por Moscú, con una enorme sonrisa en la cara, mientras el Abuelo me arrastra a la Rusia de hace un siglo, a los palacios, al viento frío en mi cara y los amores escondidos, con su lectura...
5 comentarios
po -
ivan -
un saludo!
El Abuelo Cascarrabias -
hala.
Rberber -
siento haberte despertado de tu bonita imaginación.
manuel h -